Paso a paso
Conoce tu poema.
Lo primero que debes hacer es leerte el poema una y otra vez y entenderlo bien. Es importante que sepas qué quiere transmitir el autor del poema al escribirlo, qué sentimientos quiere plasmar con sus palabras, qué emociones evoca.
Apréndetelo.
Si lo que tienes que hacer es recitar el problema en un recital, quizá sea conveniente que te lo aprendas de memoria. No hay mayor secreto, simplemente hay que leérselo una y otra vez hasta memorizarlo.
¡Que no cunda el pánico!
Cuando haya llegado el momento de recitar el poema, estate tranquilo. Vocaliza bien y usa las manos para acompañar lo que quieres decir, hará que tu recital resulte mucho más creíble.
Vuélcate en tu poema.
No olvides que un poema, al fin y al cabo, es arte, es sentimiento, y eso es lo que tienes que transmitir. Créete lo que cuentas, vuélcate en lo que cuentas. Si estás leyendo un poema triste tienes que lograr que la audiencia se entristezca escuchándolo; si estás leyendo un poema alegre, tienes que lograr que la audiencia se alegre escuchándolo.
Usa las pausas.
Haz uso de las pausas en tu recital, pueden ser muy efectivas para llamar la atención del público. Si quieres llamar la atención sobre un verso en concreto, cállate antes de leerlo y mira fijamente a los ojos de tu público. Se fijarán mucho más en lo que dices.
No te olvides de las rimas.
Gran parte de la gracia de un poema reside en sus rimas. Apréndetelas bien y pronúncialas con gracia, su efecto será mucho mayor. Habrá rimas en las que convendrá aumentar el ritmo de tu lectura, y habrá rimas en las que resulte mejor ralentizarlo. Sólo si conoces bien tu poema sabrás sacar partido a sus rimas.
¡Culturízate!
Si lo que quieres es dominar la poesía, has de conocerla. Lee, investiga, culturízate. Averigua cuál es la diferencia entre una rima asonante y una consonante. Descubre qué es un soneto. Aprende a contar los tiempos de un verso. Te servirá de gran ayuda
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